
Una película testimonial, sencilla y escueta, pero que te llega directo al corazón.
Con spoilers
Un joven antropólogo forense escava en fosas comunes, encontrando los restos de la violencia de la Dictadura Militar en Guatemala.
El muchacho vive obsesionado por hallar los restos de su padre.
En esta peli vemos como, veinte años después, se recuperan los esqueletos de los asesinados a principios de los años ochenta.
Es lógico que las víctimas en su mayor parte hijos y esposas deseen encontrar los restos de sus padres y maridos y les den una correcta sepultura.
No puedo evitar enlazar con la actualidad española. Aún seguimos con miles de desaparecidos de una Guerra Civil que terminó ochenta y un años, que se dice pronto.
Dos mujeres conmueven en esta peli.
Por un lado la madre de este forense que estremece con su declaración sobre las torturas padecidas.
Por otro la indígena que perdió a todos sus familiares y se ha hartado de sufrir en silencio su amargura y desea recuperar el cuerpo de su esposo víctima de la sin razón de la guerra.
En tan solo 78 minutos de duración contemplamos una película testimonial, sencilla y escueta, pero que te llega directo al corazón.
Mi puntuación: 7,51/10.
Críticas de los usuarios