
Salir a la superficie tras ahogarse
Sin spoilers
A mí, que particularmente me gusta un largometraje que me sirva para leerme a mí misma, me fascina lo que ha hecho la directora Lynne Ramsay con 'En realidad nunca estuviste aquí'. Tiene un protagonista que puede parecer un desalmado y, en verdad, se encuentra desarmado por su pasado y defendiendo unos valores, todo ello encauzado por una exquisita interpretación de Joaquin Phoenix; y tiene a una protagonista femenina que puede parecer la mitad destruida del tándem, pero en realidad es la salvadora.
Desde el principio, la película te sumerge en la más profunda angustia y va ahogándote, poco a poco, lo cual me parece del todo excitante. Ramsay, con su forma de encuadrar y el montaje y la filosofía que han regido su forma de contar la historia de Joe y Nina, crea una ambientación insoportable y especial, que te va elevando poco a poco hasta la superficie a la vez que se empeña en empujarte hacia lo más hondo (que puede haber en ti).
Las decisiones narrativas que ha tomado omiten ciertas partes de la historia, que, personalmente, no echo de menos para que el conjunto me funcione y emocione a partes iguales. Tiene sensibilidad y crueldad jugando en una especie de equilibrio, en la imperfección de sus personajes y en la imprecisión de algunos elementos encuentra su forma de brillar sabiendo cómo utilizar las imágenes para transmitir. Y cuenta con una de las escenas finales más desgarradoras y reflexivas con las que nos podemos encontrar.
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