
American Fail
Sin spoilers
Algo no debe estar funcionando bien en Hollywood cuando las películas de los supuestos jóvenes talentos, que en teoría iban a convertirse en el futuro del cine blockbuster con aire de postureo, no acaban de funcionar. Más que sonado fue el batacazo de 'Cuatro Fantásticos' y la rabieta de patio de colegio de Josh Trank, su director. Y parece ser que a sus colegas no les va a ir mejor que a él, pues si por algo hago mención a Trank es porque tras el guión de 'American Ultra' no está otro que Max Landis, quien fuera autor del libreto de 'Chronicle', el debut en el largometraje de Josh Trank?
A diferencia de Trank, Max Landis no ha sido una de las jóvenes promesas de Hollywood a la que todo le ha venido grande, sino que se trata del claro ejemplo de enchufismo profesional. Su padre es John Landis, director regular donde los haya al que siempre recordaremos por ser quien nos trajo la maravillosa 'Un hombre lobo americano en Londres' y una veintena de producciones más que no pasarán a la historia del cine por su calidad, las cosas como son. Y de tal palo, tal astilla: un hombre con ego desmesurado (véase cualquiera de sus entrevistas) y un hijo que aspira a ser igual que su progenitor.
Max Landis empezó a escribir guiones para la serie 'Masters of Horror', en la que trabajaron papá y los amigos de papá, y tras el bombazo que supuso la citada 'Chronicle', muchos pusieron sus ojos en él. A la vista de ver el resultado de 'Me Him Her' (película que también ha dirigido), y de las dos otras películas que ha escrito, 'Victor Frankenstein' y 'Mr. Right', esperemos que 'American Ultra' sólo haya sido un bache en su camino, pues si no, ni siquiera el hecho de ser un enchufado le salvará de la quema.
Nima Nourizadeh, londinense de raíces iraníes que debutó en 2012 con 'Project X', la fiesta más salvaje nunca filmada, es el encargado de dirigir a Jesse Eisenberg y Kristen Stewart en su huida del gobierno a través de una lluvia de balas, una banda sonora nada despreciable y gags que a ratos funcionan y que a otros no. Todo en 'American Ultra' es viejo, pues no inventa nada ni es la novedad que muchos habíamos creído, pecando de abusar de clichés y de contarnos una trama que hemos visto mil veces: un agente secreto es activado y el gobierno quiere liquidarlo.
Jesse Eisenberg es Mike Howell y Kristen Stewart es Phoebe Larson, una pareja de enamorados, fumetas hasta decir basta cuyas vidas no van más allá de su aburrida ciudad. Eisenberg sigue hablando rápido (marca propia de la casa) y teniendo la mirada perdida, y Stewart continúa en su cabezonería por querer ser la actriz joven más sosa de su generación, cuya capacidad por transmitir sentimientos sigue brillando por su ausencia. Él, un arma mortal viviente, ella, su novia y compañera de huida.
Ni siquiera los secundarios logran levantar el tedio al que sucumbe el espectador entre tiros y explosiones: John Leguizamo está desaprovechadísimo y Connie Britton se confirma como secundaria de saldo a la que su papel le queda enorme. Destacar únicamente a Topher Grace como Adrian Yates, villano de la función a camino entre el histrionismo y la poca seriedad que un antagonista de comedia necesita para satisfacer al espectador.
La principal baza de 'American Ultra' era su violencia gráfica, la cual podrá ser vista por algunos espectadores como un tanto explícita en algunas ocasiones, pero es de lo poco salvable de la cinta. Y ahí radica el principal y gran problema de la película: se toma demasiado en serio a sí misma cuando se intenta poner graciosa y no tiene prejuicios a la hora de ponerse bestia. Funcionan las salpicaduras de sangre y las "obleas" por encima de las risas, y eso sería algo aceptable para otro tipo de género, lástima que se quede a dos aguas y no sepa bien por donde apostar.
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