Crítica de la religión a la religión

A simple vista, la película se presenta como un panfleto religioso. Sin embargo, emitir este juicio a la ligera es algo muy superficial, pues de sus dos horas de película se pueden extraer múltiples lecturas desde varios puntos de vista.

En primera instancia, la obra es un alegato en contra de aquellos religiosos que son capaces de vivir cada día según unos rituales, incluso oponerse a quienes creen de manera diferente, mientras que a la hora de la fe, de creer en los milagros, se han vuelto completamente escépticos.

En este sentido, el personaje del hijo loco, asegurando ser una nueva reencarnación de Jesús, es una prueba palpable de la falta de fe entre los cristianos, que al igual que no le creyeron en su tiempo, vuelven a comerter el mismo error en el presente.

Asimismo encontramos una interesante falsa moral. Mientras que el padre se opone al matrimonio de su hijo con una muchacha cuya familia profesa una fe cristiana ligeramente distinta, vive feliz con su hijo mayor, que se declara agnóstico.

También se trata a la Ciencia en la historia. El doctor ve cómo su trabajo se traslada a un segundo plano cuando se considera que la curación o la muerte de los enfermos es voluntad divina. Pero finalmente, Ciencia y Religión son impotentes ante la muerte, donde solo cabe esperar el milagro. La vida es más importante que cualquier creencia.

Obra trascendental la de Dreyer, de mensaje poderoso y estética teatral, en una línea parecida a los mejores trabajos de Bergman.