Mejor que Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton

Para que engañarnos, iba con unas expectativas bastante altas pese a sus críticas mixtas. Ver a Sam Raimi, un director que me regaló una trilogía de Spiderman que deleitó mi infancia, tras este proyecto pues no me iba a esperar una mierda, aunque claro, teníamos en contra al sobrevalorado y sobreactuado de James Franco (merecedor de un razzie por Spring Breakers), a la sexy pero normalilla Mila Kunis y a dos bellezones y grandes actrices como Rachel Weisz y Michelle Williams.

Si hay algo en lo que destaca Oz es por su impresionante paisaje visual, su poderoso 3d y sus efectos especiales, porque la verdad es que no tienen desperdicio. El 3d es el mejor que he visto en una sala de cine hasta el momento, en ese aspecto hay muchos gustos porque a mi el 3d de Avatar no me impresionó tanto como lo ponen y sin embargo me impactó mas el de Tron Legacy y John Carter. Visualmente es un deleite como juegan con el interés del espectador mostrándonos unos primeros veinte minutos en un formato distinto al que estamos acostumbrados a ver además de los efectos que impactan en muchas escenas como las criaturas que aparecen durante el metraje de la película. En ese aspecto Raimi estuvo avispado y Disney invirtió mas de 200 millones en esta mastodóntica superproducción. El guión es pobre, incoherente, demasiado extenso en su duración, no hay frases ni momentos que te impresionen en el ámbito artístico, no hay dialogos interesantes ni que queden para el recuerdo, no hay giros de guión imprevisibles sino previsibles, le sobra metraje y James Franco sobreactúa demasiado.

Si tratásemos de comparar la Alicia de Burton con este Oz de Raimi se puede mostrar que tanto visualmente como artísticamente es superior pero no lo suficiente como para impactar y dejarnos una gran película, porque Oz aspiraba a ser una gran película, una cinta que deje huella en el género fantástico, y en ese aspecto es fallida. Pese a contar con dos personajes muy empáticos como el mono que tilda de los momentos mas humorísticos de la cinta con la llorona muñeca de porcelana, no cuenta con unos personajes que sientas algo por ellos, el papel de Franco es plano, es simplemente un impostor mujeriego, Mila Kunis y Rachel Weisz son dos brujas malísimas pero no lo son tanto como para demostrar lo malas que son, no hay muertes no es tan oscura ya que es Disney, pero sin embargo el tema tratado en la cinta no va dirigido a nadie, es demasiado infantil para los adultos, algo que respeto pero a la vez terrorífica para los niños y eso que me asusté hasta yo, ya sea por los monos voladores, como por las transformaciones de las brujas. Personalmente, si mis sobrinos viesen esta película ahora tendrían pesadillas por la noche o al menos eso creo. La banda sonora de Danny Elfman es maravillosa eso es indiscutible pero su ritmo es tan plano y soso que no rellena lo suficiente como para considerarla un entretenimiento de primera.

En definitiva, una buena película de la marca Disney de la que me sorprendió mucho con la infravalorada John Carter el año pasado y que este año me ha decepcionado porque me esperaba una gran película y me he encontrado con una cinta correcta y entretenida a ratos que gana mucho por sus efectos tanto visuales como especiales y su maravilloso 3d.