Te pido perdón Emilio Aragón

Tú que abristeis tu corazón, cómo es posible que sólo 20 personas vimos tu peli.

Nos pusieron juntos en tres filas, más o menos, expectantes, silencioso, ensimismados, fuimos poco a poco saboreando cada uno de los fotogramas.

Los asientos vacíos no nos acobardaron, parecía el cine lleno, emociones, tristeza, odio, miseria, amor, dolor, desesperación los ocupaban.

Qué hubiera sido, sí tu apellido fuera anglosajón, sí tu peli con miles de efectos artificiales como reclamo para llenar el cine.

Por éso amigo Aragón, perdónanos somos como niños que nos gustan los efectos artificiales, actores guapos y pelis sin sentido.

Pero el tiempo lo dirá, de seguro que esas 20 personas se acordarán toda la vida.