Homenaje a Robin Williams (II)

Desde pequeño siempre le tuve cariño ya que la vi varias veces pero ha pasado mucho tiempo y seguía sin verla, siempre la vi como un guilty pleasure, tenía miedo de volver a verla años después y que me pareciese una bobada pero todo lo contrario, es una comedia con buen corazón y tintes dramáticos. Y que yo sepa es una idea original dentro de lo que cabe aunque luego hayamos tenido que ver cosas parecidas como Esta abuela es un peligro. Robin Williams borda un papel realmente complejo y difícil de interpretar y mas con la cantidad de muecas y cambios de voces que realiza con el paso de los minutos. Una labor digna de adorar y sin duda aun siendo una sobreactuación resulta desternillante y memorable. Una cinta que reúne sus tópicos y algunas estupideces pero que demuestra lo que se puede llegar a hacer con tal de rescatar el amor de tu familia cueste lo que cueste. Un bonito mensaje en dos horas que se pasan volando, quizás su problema sea que siendo comedia no termina de ser graciosa mucho tiempo por sus detalles escatológicos. Pierce Brosnan no cierra bien su personaje y es un simple impedimento que finalmente no llega a ningún lugar pero gracias a sus apariciones logramos ver al Williams mas cabreado y sarcástico.

Una buena comedia con tintes dramáticos e hilarantes diálogos, un estupendo pasatiempo familiar para pasar en casa un domingo o en invierno y recordar lo grande que ha sido Robin Williams.