Amor en tiempos de transición espacial

Mi relación con esta película es un tanto peculiar al haberla esperado durante tanto tiempo debido a la pareja protagonista y por supuesto el género del que tantos años lleva cosechando buenos frutos desde Gravity, Interstellar o Marte. Más aún viniendo de un director de renombre en este último periodo con la estupenda aunque a mi no me llegó mucho The imitation game. Al ver el revelador tráiler que lo metían hasta en la sopa de todos los cines y televisión y posteriormente leer críticas profesionales mi interés bajó tanto que no fui a verla al cine. Hice bien en no hacerlo porque aunque supuso una decepción dentro de los parámetros del género a la vez me sorprendió porque no me ha parecido el esperpento que ha juzgado la crítica profesional. Resulta un híbrido entre Gravity y Titanic con algo de Elysium en su diseño de producción que resulta realmente asombroso en lo visual y por supuesto muy encomiable en el apartado técnico, sonoro y actoral. La química entre Lawrence y Pratt solventa y sostiene una película con buenas ideas pero carente de riesgo y de emoción. Un último acto convencional y lleno de Deus Ex Machina (Laurence Fishburne es uno andante) daña una cinta con interesantes guiños e ideas para reflexionar. El tráiler la hizo mucho daño y por ello carece de sorpresas. La parte romántica tiene altibajos pero hay ciertas aptitudes sobretodo por parte de Lawrence que chocan bastante. Por lo demás no hay muchas quejas más allá de que la cinta es bastante limitada en el género y podría haber explotado mucho mas el señor Tyldum sobretodo si encima quiere promocionar personajes que no salen más de diez segundos como el señor Andy García al que sin duda le declaro el secundario del año, que vino a cobrar el cheque con un croma de fondo. Interesante.