Habrá sangre
Sin spoilers
Basándose en la novela Oil! de Upton Sinclair, Paul Thomas Anderson adapta y dirige su obra más completa y poderosa hasta la fecha. Tras haber cambiado el registro de 'Boogie Nights' y 'Magnolia' con 'Punch-Drunk Love', de un estilo más kubrickiano, Anderson alcanza el éxito internacional alzándose con el premio a Mejor Director en el Festival de Berlín (ya lo había ganado en Cannes con su anterior cinta, y lo ganaría en Venecia con la siguiente, 'The Master'), además de importantes nominaciones en los Globos de Oro y los Óscars, reduciéndose finalmente a las estatuillas para Daniel Day-Lewis, actor principal.
Es precisamente Day-Lewis quien se echa a hombros la historia y encarna con una desbordante vitalidad a su protagonista: Daniel Plainview, un hombre trabajador que empieza de la nada para acabar convirtiéndose en un millonario empresario del sector petrolero de Estados Unidos a principios del siglo XX.
La trama juega a menudo con la ambigüedad, algunos elementos no se explican, y es el espectador quien debe elaborar sus teorías. En este sentido, hay dos corrientes claramente visibles: por una parte, el ambicioso crecimiento del magnate, que no duda en mentir o aprovecharse de los demás para llevar a cabo sus planes. No llegamos a distinguir nunca cuándo tiene sentimientos o cuando no, si es que los tiene alguna vez. Lo que está claro es que, el amor, la amistad o la solidaridad no tienen peso en esta obra.
Por otra parte, la vertiente religiosa que introduce el personaje de Paul Dano, un predicador que espera ligarse al proyecto para atraer a fieles a su Iglesia de la "Tercera Revelación". La relación entre ambos personajes es de una cordialidad ennegrecida por el profundo odio mutuo que ambos se tienen. La escena final es, como varias que se desarrollan a lo largo del film, simplemente espléndida.
A la complejidad del relato que estimula nuestra mente, Anderson saca provecho también de los otros dos medios con los que conectar con el espectador. La fotografía es todo un deleite visual, con un aspecto sucio y árido atiborrado de pequeños detalles que magnifican el metraje. Por otro lado, la banda sonora, que corre a cargo de Jonny Greenwood, busca en ocasiones desconcertar y perturbar al oyente, haciendo un combo perfecto con las imágenes. El propio título original (lamentablemente traducido al español como "Pozos de ambición") persigue incluso advertir al espectador de que algo impactante se va a producir.
Esta es una firme declaración de su director de que ya no es una promesa, si no un genio del mundo del cine, capaz de hacer obras tan maduras como esta.
Críticas de los usuarios
KireMarried
Basándose en la novela Oil! de Upton Sinclair, Paul Thomas Anderson adapta y dirige su obra más completa y poderosa hasta la fecha. Tras haber cambiado el registro de 'Boogie Nights' y 'Magnolia' con 'Punch-Drunk Love', de un estilo más kubrickiano, Anderson alcanza el éxito internacional alzándose con el premio a Mejor Director ...Leer más