
Bond ya no marca la diferencia
Sin spoilers
Antes ibas a ver una película de james Bond, y sabías que el glamour y la ironia del personaje (salvo alguna excepción como Timoty Dalton) sumado a los inventos de Q, le darían un alicient a la película que otros superagentes no podían conseguir. Su saber estar entre lo más aristocratico del elenco mundial pasando desapercibido era un don para un simple comandante de misiones de campo. Todo cuadraba, porque todo era fantástico. Con estas nuevas entregas han logrado un Bond más "Kinki" y barriobajero. Está claro que Daniel Craig es mucho más creible en las proezas físicas, pero con el despliegue de medios y efectos se han olvidado la excusa argumental. Toda la película versa alrededor de un misterio, y cuando lo descubre tan sólo dice, ah¡ es esto lo que están haciendo, bueno, voy a seguir repartiendo mamporros.
Como leí en la precrítica de manera muy acertada, es una mala fotocopia de Jason Bourne. Por lo menos la búsqueda del bueno de Matt Damon tiene una razón de peso
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