Mala pata austríaca

No suelen llegar demasiadas películas europeas a nuestra cartelera si las comparamos con los múltiples estrenos estadounidenses, y muchas menos recibimos directas desde Austria. Aunque, desde luego, si son como la que nos ocupa en esta ocasión, estoy seguro de que todos nos quedaríamos con las americanadas de siempre sin pensárnoslo dos veces.

El film nos cuenta la historia de Wanda: una madre natural de Viena que, de la noche a la mañana ve cómo su rebelde hija se ha convertido al Islam y ha comenzado a vestir hijab. Naturalmente, esta decisión traerá consecuencias de todo tipo a la adolescente y, por supuesto, también a su caótica familia.

La directora y guionista Eva Spreitzhofer se dispuso a tratar un tema realmente espinoso y lo llevó a cabo de la peor manera posible. La base de su guion se encuentra entre una crítica y una burla desacertada hacia los prejuicios y, también, hacia los sinsentidos de las diversas religiones. No pedimos tacto, al contrario; al espectador, ante una situación así, le encantaría ver un poco de agresividad y mala leche para ejecutar una comedia eficaz. Pero todo lo que nos encontramos es una peliculilla del tres al cuarto, que tiene serios problemas para arrancar una sonrisa y no desquiciar al espectador con sus infumables situaciones pretendidamente graciosas. Un choque cultural en toda regla que no sorprende que no se hayan planteado desperdigar por más salas españolas. En definitiva, un desastre cinematográfico de humor soso y guion pesado como él solo. Para nada recomendable.