Es lo que es.

Un entretenida película que cuenta la dura realidad de los suburbios, la miseria y poca esperanza que les queda a esos pobres niños que bien pudieran parecer más maduros que muchos adultos aunque sea a la fuerza y muy a su pesar. Optimista porque traslada el mensaje de que "todo puede ser mejor" aunque sea de una manera tan poco creíble y llena de artificio. Tremenda por algunas escenas como "la escuela de vagabundos" (aún recuerdo con pavor como consiguen niñitos ciegos para atraer la compasión y las limosnas..) Es cine y por eso, la concesión a la imaginación y falta de credibilidad se perdona. El conjunto es simpático y con final previsible porque no se ha ocultado ni engañado. No es de esas películas que te plantéas si optarán por el happy ending ó por el dramón desgarrador... Es algo tan obvio. Pero, sinceramente, sólo por un ataque de optimismo extremo puedo, modestamente bajo mi opinión de espectadora sin criterio técnico válido, justificar ese mogollón de óscars salvo que, en USA se hayan querido dejar llevar por el optimismo mágico que se desprende de la cinta y; de corazón hayan pensado ingenuamente que así se "ayuda" de alguna manera y la situación puede variar milagrosamente... ¿ Esperaban quizás una concienciazión global y, así una avalancha de ayudas para paliar estas miserias? Vagas ilusiones. La vida es sueño y, los sueños, cine son. Las famosas becas que el gobierno indio prometió a los pequeños y mágicos actores se han esfumado, no llegan... El padre de Jamal (niño) le ha dado recientemente una paliza por no quere atender una entrevista por la que le iban a dar un dinero... Latika (niña) sigue viviendo en una chabola infrahumana y, se niega a quitarse un vestido que lució en USA para un desfile benéfico que recaudaba supuestamente fondos para estos niños... ¿Sigo? Esto está sacado de la prensa, no son conjeturas. La peli es simpática pero, la realidad es ¡¡una mierda!! No es función del cine resolver los problemas sociales pero, hacer pensar que realmente a través de una serie de carambolas, cualquier Jamal puede tener suerte entre tanta injusticia...es tan iluso que, pues eso, que amarga más que los pepinos.