
Tópica, predecible y... emocionante, arrolladora, increíblemente interpretada.
Sin spoilers
Me pasó con Southpaw igual que con Whiplash. Son dos películas que tuve que quitar el tráiler a los treinta segundos porque estaban llenos de spoilers por lo cual quería reservarme la tensión y otras emociones para cuando las viese y efectivamente hice bien porque la sorpresa y la tensión abundaron en sus visionados. Evidentemente la cinta de Fuqua no es comparable a la de Chazelle. Fuqua logra uno de sus mejores trabajos, de los más emotivos y fuertes emocionalmente hablando sobretodo en su primera hora arriesgada y con un mensaje claro y realista. Vemos el lado más humano del personaje de Gyllenhaal quien se transforma en un boxeador violento y cabreado que empieza a perder todo lo que tiene en estima en principio. Southpaw es el paso del triunfo a la derrota de la noche a la mañana y por supuesto del ascenso. Los tópicos son sangrantes pero están bien expuestos gracias a la fabulosa y emotiva banda sonora de James Horner (atentos a los créditos finales) y las interpretaciones realmente memorables aunque no novedosas ya que Whitaker está pletórico casi al nivel de Jake pero es inevitable no compararle con Burgess Meredith en Rocky. Antoine Fuqua filma las escenas de boxeo con buen pulso, intensas y emocionantes. No es su mejor película pero si se acerca y espero que esta película se la tenga en estima porque novedad poca hay en el subgénero de boxeo pero sentimientos y carga emocional hay mucha y sobretodo dos grandísimas actuaciones.
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