Salvaje y progresista

'Una noche fuera de control' es el resultado del éxito en taquilla de comedias para adultos protagonizadas por mujeres, como 'La boda de mi mejor amiga' o 'Malas madres', un vehículo de lucimiento para unas actrices con ganas de despendolarse y hacer pasar un buen rato al personal. Simplemente.

La historia es la de siempre. Un grupo de amigas de la universidad se reúne años después para reconectar y celebrar la despedida de soltera de una de ellas, sin embargo, el fin de semana se tuerce por culpa de una serie de catastróficas desdichas. En este caso, todo comienza con la muerte accidental de un stripper. Efectivamente, la premisa de 'Una noche fuera de control' toma prestada (por decirlo de forma suave) la idea de la comedia de finales de los 90 'Very Bad Things', pero no solo bebe de ella, sino que mezcla 'Bridesmaids', la saga 'Resacón', 'Este muerto está muy vivo' e 'Infiltrados en la unversidad (el remake de '21 Jump Street'). Es decir, originalidad cero. La película es un pastiche hecho con trozos de otras que da exactamente lo que uno espera de ella.

Sin embargo, su falta de voz propia se compensa con un reparto fantástico, un quinteto de actrices entregadísimas y muy graciosas, que se prestan por completo a la locura de la película. Encabezadas por una afinada Scarlett Johansson (que lo mismo te hace reír que te emociona dejando ver el lado más emotivo de su personaje, demostrando así que tiene un rango mucho más amplio del que muchos creen), y con la robaescenas Kate McKinnon en el equipo, este grupo de mujeres desprende química por los cuatro (o cinco) costados.

Este es el mayor aliciente de la película, junto a su naturaleza feminista y progresista. 'Una noche fuera de control' no es la primera que da la vuelta a los tópicos de la comedia y los estereotipos de género poniendo a personajes femeninos a hacer lo que tradicionalmente hacen los hombres en este tipo de comedias gamberras, pero sí lleva la hazaña un paso más allá, poniendo a los masculinos en el rol habitual de la mujer (la despedida de soltero del novio es una velada tranquila y llena de confesiones emocionales en una cata de vino) y añadiendo a dos protagonistas LGBT que en ningún momento ejercen como fantasía lésbica para la mirada masculina.

Aparte de este refrescante enfoque, 'Una noche fuera de control' es ideal para desconectar y pasar un rato desenfadado. No es una gran película, por descontado, pero tampoco es tan mala como podría parecer. Muchos espectadores la descartarán por su trailer (nunca os fiéis de un trailer de comedia doblado al español e id a ver este tipo de películas en VOSE si tenéis la oportunidad) o por su elenco íntegramente femenino (sí, por desgracia sigue pasando), pero si se le da una oportunidad y no se le exige demasiado, puede sorprender gratamente. Merece la pena aunque sea solo por ver a su fabuloso reparto en acción.