Roma: "El Gran Filme de las Cosas Simples".

"Un paseo por las calles de la setentera Ciudad de México. Una mirada a la escena que acompaño la niñez de los padres y los abuelos mexicanos. El son de un organillo que acompaña los pasos de un andar cotidiano. Las imágenes de un proyector que son puerta de escape de ese México que vive una vida difícil. Una familia que convive frente al televisor. El sublime vals de las olas en las costas de Veracruz. La sonrisa y la inocencia de la niñez que anestesian el sufrir de dos mujeres. El amor de una segunda madre escondido en el personaje de una joven doméstica. La violencia de un régimen que busca silenciar la fuerza de los ideales y una brecha aún grande y abierta entre el México de los pobres y el México de los ricos, se reúnen en Roma, para dar forma a una interesante y desordenada secuencia de nostalgias que recorre la memoria colectiva mexicana en la efimeridad de 135 minutos".

Roma es una obra maestra rompe con el estereotipo social que asocia lo cotidiano a la simplicidad y a la irrelevancia. Es un respiro y una esperanza para el momento crítico que hoy vive el cine mexicano moderno, en donde casi todas las producciones cinematográficas nacionales se encuentran en franca decadencia, en lo que refiere a su calidad en argumento y en diseño de producción. Roma es una joya cinematográfica que cumple con el perfil para acceder a la vitrina de los grandes clásicos del cine universal, allí donde se exhiben con aclamacion cintas como: "Los olvidados" de Buñuel, "El último emperador" de Bertulucci, "Casablanca" de Curtiz y otras más. 

En lo personal expreso mi felicitación y mi agradecimiento a Alfonso Cuarón por contarme la historia de esa mujer que fue para él, su segunda madre, por llevarme a ese México de mis tios, de mi abuela y de mi madre y dejar en mi memoria un recuerdo de nostalgia y de emoción, arropado en los distintos sonidos y matices negros y blancos de Roma o debería decir "el gran filme de las cosas simples".