Curiosidades de 'Seven, los siete pecados capitales'
Andrew Kevin Walker, el guionista de 'Se7en', tuvo un gran cambio a su vida gracias a esta película. Graduado en Penn State, escribió el guion al carecer de trabajo y en un estado de depresión total. Consiguió vender su guion cuando aún trabajaba como vendedor al por menor en Tower Records. Walker ha reconocido que lo oscuro de la película se debe a lo mal que veía la vida en dicho momento.
David Fincher tuvo sus orígenes en los videoclips, siendo 'Alien 3' su debut como director. Tras esta experiencia, afirmo que el desarrollo de la película fue muy largo y miserable, mencionando que prefería "tener un cáncer de colon" antes de volver a dirigir una película. Finalmente, se tuvo que comer sus palabras cuando le llegó el libreto de 'Seven', aceptando totalmente que volvería a las salas de cines.
Durante la escena en la que persigue a John Doe en plena tormenta, el actor se resbaló y se rompió el brazo, por lo que tuvieron que incluirlo en el guión.
La película, como ya sabéis, se llama 'Se7en' y no es ninguna coincidencia. El número 7 es uno de los grandes protagonistas de la película, no solamente por los siete pecados capitales sino también en sí mismo. Los detectives durante las primeras escenas del film caminan por una calle por donde todos los portales empiezan por 7. Otra prueba es que la historia se produce en siete días y reciben el famoso paquete del final a las 19:00. ¿Coincidencias? Está claro que no.
Morgan Freeman durante las grabaciones, describió el set de rodaje como un lugar muy oscuro y nada saludable. La realidad es que los set fueron montados de esta forma para dar esa sensación durante toda la película, incluso el propio David Fincher tuvo un gran constipado durante el rodaje por el uso de sprays de agua y aceite para dar esa sensación de humedad en la atmósfera.
La ciudad ficticia donde transcurre la película es un lugar ficticio donde todo el tiempo llueve y está llena de peligros. Las localizaciones se situaron en Filadelfia y San Francisco y una parte en Los Angeles. Pese a lo característico de la ciudad, en ningún momento se hace mención al nombre del sitio, únicamente haciéndosela referencia como "aquí" y "esta maldita ciudad".
Aunque nos encante Morgan Freeman y no nos imaginemos ahora otro William Somerset, la realidad es que el guionista tuvo en mente a William Hunt para interpretar al personaje. La productora decidió que su decisión final recaía en Al Pacino, actor que querían protagonizando el film. Por fortuna o no, el actor tuvo que rechazar el papel al estar rodando en esos momentos 'La sombra de la corrupción'.
Hay actores de método y luego está Leland Orser. El actor intentó meterse totalmente en la piel de su personaje, para ello respiraba de forma muy rápida para provocar la saturación del oxígeno y poder hiperventilar. Además, el actor decidió no dormir durante días para poder dar ese aspecto de desorientación que presenta en el film.
Brad Pitt encantó al público y crítica con su papel de David Mills en 'Seven', pero la realidad es que debería agradecer a sus compañeros Denzel Washington y Sylvester Stallone este placer. Los dos actores rechazaron dicho rol, por lo que recayó en manos de Pitt. El estudio también barajó otras opciones como Kevin Costner y Nicolas Cage, aunque finalmente fueron descartados.
Por primera vez en este film, tenemos a la actriz que sí fue considerada en un primer momento para su papel. David Fincher quiso fichar a Gwyneth Paltrow como la mujer de David Mills, pero la respuesta de la actriz fue un rotundo "No". Brad Pitt consiguió convencer a la actriz tras confirmarse su participación y no es de extrañar, dado que ambos vivieron un romance en 1995.
Aunque todos conocemos el polémico final de 'Seven', realmente hubo un total de 10 finales posibles escritos por el propio guionista. Finalmente, tanto David Fincher como Brad Pitt se decantaron por el primero borrador, convenciendo a la productora que era el mejor final aunque ésta en principio no cediera. Aun así, hubo modificaciones, dado que David Fincher decidió no hacer tan explícita la escena, dejando únicamente las palabras del asesino como descripción.
Una de las características que hacen tan especial este film son el cuidado de sus imágenes. El maquillaje de muchas de las escenas fue un proceso complejo y muy largo. Un ejemplo claro es el maquillaje de la víctima de la pereza que duró nada más y nada menos que 14 horas en aplicarse. Esta obra de arte fue autoría de Rob Bottin.