
Cuando la nostalgia supera a la objetividad
Con spoilers
De pequeño siempre he disfrutado de esta película y aunque me lo pasaba muy bien, resulta que apenas la recordaba así que decidí verla después de tantos años primeramente por ver películas de deporte que ahora estamos en pleno mundial de fútbol y por nostalgia y la verdad es que me ha venido muy bien esta dote de buen cine familiar que sin ser necesariamente una joya si que se disfruta con ella y es muy divertida.
Evidentemente el tema de mezclar animación y realidad no lo inventó Space Jam pero sí supo darle algo de sentido al asunto para que no fuese cogido con pinzas cada escena de Jordan con los carismáticos personajes de la Warner que dejan algunos guiños como el de Pulp fiction realmente inesperados y divertidos.
Michael Jordan no es que haga una actuación impresionante pero hace su papel a la perfección como alter ego al igual que Bill Murray y otros personajes que hacen de sí mismos como los propios jugadores de baloncesto. Los personajes tienen su momento de gloria con puntos graciosos muy buenos aunque más dirigidos hacia el público infantil. Es una película previsible pero se hace amena durante sus estupendos 75 minutos donde el partido final mantiene bastante en tensión y se maneja bien pese a que haya algunas cosas un tanto estúpidas como el tema de las faltas con el árbitro ya que parece que más que un partido de baloncesto, un basket street. Destacar también la estupenda banda sonora de James Newton Howard que aparte de las canciones compuestas para la cinta acopla muy bien temas archiconocidos para el tono de la cinta.
En definitiva, una película muy entretenida que sin tener actuaciones deslumbrantes, mantiene buen ritmo y es muy graciosa además de tener algún guiño más que sorprendente y que ante todo incito a ver a toda persona que la haya visto de pequeño porque la nostalgia le llenará y esta cinta ocupa ese hueco. Buena.
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