¡Qué siga el espectáculo!

No hará historia... probablemente ni siquiera será recordada en unos años. Tampoco recaudará cientos de millones en taquilla ni venderá cientos de miles de DVD´s en el mundo.

Ni mucho menos es una historia brillante y todos los que acudimos a ver este tipo de cine, tan respetado como cualquier otro, sabemos de antemano lo que nos vamos a encontrar y lo que no en la película... Ya sabemos qué debemos buscar cada minuto y lo que es inútil esperar de ella cada segundo que pasa.

"Step up: revolution" no es una gran película. Su mas que previsible argumento carece de sentido y cae en la típica historia que ya hemos visto cientos de veces en otras series y films de la misma temática. Pero al margen de eso, que es la parte que nadie debería esperar ver, la película nos muestra puro espectáculo al ritmo de una música que te reta a no moverte del asiento a su son. Sus coreografías, efectos, piruetas, coordinación, escenografía, melodía, escaso vestuario e incluso sensibilidad te contagian de energía en cada movimiento de cada baile llegando a subir la temperatura en mas de una escena. Es ahí cuando llega la parte que te llevó a entrar a esa sala.

No será una obra maestra pero ¿a quien le importa eso mientras seas joven y puedas disfrutar de caras bonitas, cuerpazos de escándalo y música moderna durante hora y media?

Twitter: @_danibaez_