Ay May...

Que si el guión es una sucesión de topicazos, que si es lo mismo de siempre, que si esto está hecho para descerebrados, que si esto no es cine... Podría llenar la página de adjetivos (no muy positivos) hacia esta película pero creo que lo que mejor os dará una idea de lo que tenemos entre manos es resumir diciendo que se trata de unos amiguetes de Santiago Segura se han reunido alrededor de un conjunto de chascarrillos de temática sexual, alguien les ha filmado y han comercializado el resultado con el nombre de "Tensión sexual no resuelta".

Con todo, ni es una mala película ni es un despelote tipo "Torrente", sencillamente es una película mediocre en la que guión, actores, dirección, etc... dan hasta donde pueden (que no es gran cosa) y a partir de ahí rellenan con chistes soeces a ver si cuela. Y no cuela. No digo yo que no sea útil que te enseñen a decir 'penetración anal' de cuatro formas diferentes ni a utilizar la palabra 'mamada' de la manera más gratuita posible, pero no tanto como para justificar hora y media.

Lo mejor que tiene "TSNR" es su trama, relativamente elaborada para lo que suelen ser esta clase de comedias irreverentes, un rebuscado sainete que podría haber sido el trampolín para hacer una comedia decente. Pero desgraciadamente, parece que primero se fichó al reparto y luego surgió la pregunta de ¿y ahora qué hacemos con tanta peña?, lo que obligó a meter relleno en la historia, a diluirla y perder profundidad en los personajes para que todos pudieran hablar....y ese es el gran error de "TSNR": dejar hablar a ciertos "actores" que seguramente no saben entonar una frase que tenga más de cuatro palabras.

No hay gags para tanto reparto... y se nota, porque los pseudoactores lastran lo que podría haber sido el ejemplo de que hay comedia posible más allá de "Torrente" y "Fuga de Cerebros". Sin duda el peor de todos es Adam Jeziersky, incapaz de abandonar la pose de niñato maloso y castigador de "Física o Química" (vaya hostia que tiene el tío) y que habla el castellano como si tuviera dos albóndigas en cada carrillo... pero no le van a la zaga la hasta hoy desconocida Sálome Jiménez (Celeste) que ejecuta aquí su debut pornográfico en el mundo del cine sin parar de enseñar tetas y culo (bravo, que no decaiga) y el desgraciadamente archiconocido Miguel Ángel Muñoz que hace una imitación involuntaria de Luis Tosar. De Pilar Rubio no digo nada porque he dicho que sólo iba a hablar de actores. Con otros mimbres podría haber salido un cesto mejor (ya no digo decente).

No merece la pena, pero se salva del saco truñoso por la historia que se vislumbra, por lo que podría haber sido y por Joaquín Reyes.