Lo que pudo ser y no fue

Han pasado ya muchos años desde los clásicos como 'El Ente' o 'Poltergeist', los cuales establecieron las bases de un subgénero que tardaría poco tiempo en agotarse y estaría condenado a dar a luz a una serie de productos cada vez más desprovistos de personalidad propia cuyo único fin parecía ser el de satisfacer al espectador más acérrimo de la serie B que otra cosa. En unos tiempos donde innecesarios remakes y pseudocopias de actividades paranormales varias pueblan las listas de los estrenos de horror cada año, es de agradecer que, si bien no estamos ante la película definitiva de fantasmas ni de la gran vuelta de tuerca al género de la década, sí que podemos dar una buena acogida a 'The Apparition'. Con unos actores semidesconocidos para el gran público, el film es un catálogo de estrambóticas apariciones y fenómenos paranormales (véase la escena del vestidor o la del interior de la casa convertida en una obra abstracta digna de estar expuesta en el MoMA) dignos de la última oleada de películas sobrenaturales, donde el espectáculo visual, convertido en un carrusel de los horrores, nos lleva a través de los límites del imaginario más fiel al género con la única finalidad de dar al espectador lo que busca: pasarlo bien pasando un mal rato. En la línea de puros divertimentos del terror sobrenatural como 'Arrástrame al Infierno', la trilogía 'Insidiuos' , o las dos 'Sinister', Todd Lincoln debuta en el mundo del largometraje con una película basada supuestamente en hechos reales cuyo aspecto de originalidad radica en la idea del ente sobrenatural ideado como una plaga dispuesta a invadir el mundo y tomar forma humana en la más absoluta línea de 'La invasión de los Ultracuerpos'.

Quizá pecando demasiado a la hora de intentar hacer explicar la forma de comunicación entre ambos mundos a través de un complejísimo sistema de ondas y de electricidad y de variantes, el director no se anda mucho por las ramas y nos deleita con una serie de escenas que podríamos decir, beben directamente del J-Horror más puro en tanto a contenido (véase la escena que rememora a las fantasmales apariciones de la Kayako de 'Ju-On'), como en forma (la idea del ente como plaga dispuesta a invadir la Tierra que nos traía Kiyoshi Kurosawa en 'Kairo') y que, sumándole un poco de la originalidad que parece escasear últimamente en Hollywood, el resultado final hace de 'The Apparition' una muestra más de ese aire fresco que de vez en cuando airea a tan sobreexplotado e infravalorado género.

Su principal problema es que, frente a las ganas con las que parece estar hecha, su argumento acaba resultando absolutamente tedioso, por no hablar de las interpretaciones, cuyos actores parecen haberlas hecho con las peores de las ganas.