El monstruo que hay en ti

Para cualquier aficionado al terror es fácil ir descubriendo, con el paso de los años, esas películas que son directamente catalogadas como "nuevos clásicos". Pocas son las que superan la etapa del post-visionado y no se desinflan en cuanto a su cometido final. A este pequeño grupo pertenece 'Babadook', cinta australiana escrita y dirigida por Jennifer Kent estrenada en 2014 y que bajo la etiqueta (a menudo, utilizada de forma peyorativa para referirse a un título de género) de "drama familiar con elementos fantásticos", llegó para quedarse postrada en el imaginario popular por motivos propios.

Basado en un cortometraje de la propia Kent, la trama nos transporta a un ambiente de pesadilla en el que se confrontan los terrores nocturnos (infundados, que no imaginados) de un niño y el temor de una madre (viuda y sumida en un eterno duelo) que verá su cordura desmoronarse cuando su casa se vea invadida por un mal que se escapa a toda razón lógica. Como si de una nueva relectura del mito del Hombre del Saco se tratase, Kent elabora una revisión de este para hablar de cómo los miedos, ansiedades y el malestar generado en el núcleo familiar,se plasman en pantalla cual pesadilla infantil.

Una historia sencilla y que bebe del manual básico de cualquier historia de terror, unas interpretaciones brillantes y una serie de apariciones puntuales que hacen que nuestro monstruo protagonista no se convierta en un objeto de feria, haciéndonos sentir incómodos en cada plano de penumbra, sabiendo que ahí está vigilando cual criatura recién salida de una película de terror expresionista. Porque no todo el cine de terror bebe del jumpscare, 'Babadook' consigue asustar de forma inteligente y eficaz. Un clásico instantáneo de visionado obligatorio.