Superficialidad en estado puro

No voy a negar que me gusta esta saga pero tengo claro que la cosa mejoró cuando llegó The Rock en 2011 y esta saga pasó de ser un conjunto de canis echando carreras ilegales a películas de acción en condiciones con más sustancia y menos superficiales aunque el estilo siga presente hasta en la séptima entrega que pronto llega y precisamente es la causa de que haya comenzado a revisar toda la saga. Rob Cohen, director de las divertidas Daylight y Dragonheart llegó en 2001 para fundar esta saga, el movimiento cani en su mayor esplendor. Tunning, chicas sexys y malotes invaden una trama realmente superficial pero ¿es esto malo si el propósito es el encontrado? ¿Tenemos que estar siempre viviendo entre el intelectualismo y lo anticonvencional? Desde mi punto de vista todo tipo de personas tienen derecho a disfrutar y valorar si procede con el gusto del consumidor de este tipo de productos que no pasarán a la historia del cine, con fines comerciales A todo gas logra ser un estupendo entretenimiento vacío de inteligencia y relleno de tópicos y situaciones vergonzosas pero con esta cinta surge esa pregunta vulgar de ¿Mola o no mola? como diría un adolescente en dicha época y supongo que actualmente, la cosa está clara, si buscas profundidad no quieras ver ni sus primeros diez minutos porque caerás en el eterno odio, si buscas diversión sin pretensiones esta es tu película, un guilty pleasure en toda regla que abrió una saga que mejoró con el paso de los años y las películas, pocas sagas pueden decir que están más valoradas pasadas siete películas y los mismos actores tantas veces. Interesante.