Las Transturtleformers atacan de nuevo

Seamos sensatos. Quien ha visto todas las películas de las tortugas ninja creo que sabemos que no tienen un nivel de notable para arriba. Son películas con tono gamberro a la vez que infantil que sirven para evadirse de la realidad y reírnos y disfrutar con sus piruetas cual Transformers donde Bay ha metido algo de mano incluso para los guiños que se exponen en esta y la fabulosa banda sonora de Jablonsky que sustituye a la fanfarria de Tyler de su predecesora. No es una gran película y ni siquiera es buena. Si sacásemos la libreta y boli pocas cosas se salvarían de ella más allá del entretenimiento que tiene un buen ritmo de base, los efectos especiales/visuales y las escenas de acción ya que el humor es bastante deficiente salvando un par de gags y la relación entre hermanos que se siente más fuerte entre las adolescentes tortuguitas. Megan Fox está mejor que en la primera aunque su papel tampoco requiere mucho esfuerzo, sinceramente no es buena actriz pero tampoco me parecen papeles de Razzie como si lo son en Transformers y quizás sangre un poquito Tyler Perry y los dos animales tontorrones que se deja claro en una frase que no se toman en serio en toda la trama así que tampoco nos escandalicemos porque su inteligencia sea extremadamente deficiente. Aparte de las licencias que se toma el guión, las fantasmadas de Will Arnett y la inocencia del personaje de Stephen Amell estamos ante una película divertida, más profunda y más grande que la primera con un clímax más amplio y más entretenido que el de la primera del que solo se podía salvar de la escena de nieve para adelante. Si sabes a lo que vas disfrutarás, si odias la saga Transformers ni la huelas porque puede atacar a tus neuronas. Interesante.