
Sensuales, estúpidas y divertidas tortugas...
Sin spoilers
Las tortugas ninja nunca fueron concebidas como algo ambicioso. Desde su origen en los cómics, siempre han sido entretenimiento puro y duro. En esto, son de lo mejor que hay, y lo son por lo absurdo de su propuesta y por lo conscientes que son de su condición de ridículas. Nacieron como una parodia de alguien tan serio y lapidario como Frank Miller. Tenía mucho del cómic 'Ronin' y los orígenes de estos cuatro hermanos no dejan de ser los mismos que el de Daredevil, solo que con mucho más humor. Los cómics de Kevin Eastman y Peter Laird no eran tan animados como todo lo que vendría después, pero el humor era un elemento importante. Lo cierto es que como fan de las tortugas que soy, espero ver algún día una película que adapte las viñetas y no la mítica serie de animación de los 90, pero de momento uno tiene que intentar disfrutar con lo que hay. En este sentido nunca me han defraudado: todas las películas de acción real me han entretenido muchísimo, y esta, que es la más fiel a la serie de dibujos, no podía ser menos.
Las bases ya nos las presentaron en su predecesora, un muy digno blockbuster en el que el metraje pasaba volando y las tortugas estaban más carismáticas y familiares que nunca. Salí encantado del cine con esa interpretación moderna del mito, tanto en orígenes como en aspecto y en referencias. Todo estaba actualizado, y bien actualizado. Referencias a Harry Potter o Perdidos en vez de una imitación de Sylvester Stallone, llevada a cabo por Michael Angelo, son un claro ejemplo de lo que digo. Aquí esto continua, y sigue funcionando igual de bien. Estas tortugas me parecen las mejores que han habido en el cine hasta el momento. Leonardo, Donatello, Raphael y Mickey están desatados. Es fácil diferenciarlos, cada uno tiene su personalidad y no se diferencian únicamente en el color de su antifaz. Cuando están en la pantalla es dificil no reír con sus frases, muy a pesar de lo tontorrón y simple de su humor. Tienen gracia natural.
Y al final, la película no es más que puro entretenimiento, como debe ser, y no pretende ser más. Menos redonda que la primera, pero con unos añadidos que harán las delicias de los fans. Las referencias a la serie de los 90 y esos Bebop y Rocksteady no podían estar mejor plasmados. Muchos dicen que son unos personajes horribles, que son estúpidos y odiosos, pero así han sido siempre. Tontos, estúpidos que siempre la liaban y defraudaban a Shredder. Si algo me ha parecido desubicado, ha sido la presencia de Casey Jones. No es forzada su presencia, pero traiciona al personaje por completo. Que sea policía, hace que ya no sea Casey Jones, si no Stephen Amell disfrazado de Casey Jones. Y eso cuando se pone la mascara, cuando no, es un jugador de hockey que reparte leña. Por otro lado, Megan Fox como April O'Neal solo me ha gustado al inicio, con esa referencia a su pasado hacker en los cómics y esa estética que es clavada a la de la serie de los 90. Después la veo fuera de lugar, como que me sobra entre tanto elemento fantástico, especialmente en los momentos de lucha donde parece que Splitter la haya criado junto con las tortugas. ¿Desde cuando sabe luchar? No tiene ningún sentido. Estas cosas son las que la sitúan por debajo de la anterior. Licencias que se toman en pro del entretenimiento pero que descolocan al espectador.
La historia es muy sencilla, un mero vehículo para todo el espectáculo que vendrá después. Hay tres momentos especialmente buenos: la aparición de Krang al final, que da gusto verlo por fin en una película, la escena de la avión y la lucha entre las tortugas y Bebop y Rocksteady en la jungla. Estas tres escenas justifican su calificación como blockbuster y también justifica la entrada de cine. Espectaculares.
Lo más impresionante del conjunto son sus efectos especiales y la dirección de Dave Green que deja un regustillo de serie B con planos invertidos o mal fijados que recuerdan a las películas de bajo presupuesto de los años 90. Nunca salieron de ahí las tortugas, la verdad, y por fin alguien se las ha dejado de tomar en serio y ha hecho un despiporre de película. Lo que más la penaliza es que no puede escapar de lo que es: cine de entretenimiento familiar. A su vez, es lo mejor que tiene: es 100% efectiva en lo suyo.
Será tonta, estúpida y no muy original. Pero este blockbuster tiene personalidad. La enorme personalidad y carisma que tienen las tortugas ninja. Muy disfrutable. Cowabunga una vez más.
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