
Delicias de juguete
Con spoilers
¿Qué pasa cuando uno se hace mayor? Pues que ya no ve las cosas de la misma manera. Andy ha crecido, y sus juguetes, esos que le han acompañado toda la vida, ya no le hacen falta. Cuando se acerca el día en el que tiene que partir a su nueva vida en la universidad tiene que tomar una importante decisión. Guardar sus juguetes en el desván o tirarlos a la basura. Su intención es hacer lo primero, pero debido a una confusión Buzz Lightyear y media docena de sus amigos, esos que aún han resistido al paso de los años arrinconados en un baúl, acaban en el cubo de la basura. Consiguen escapar, pero su destino final es una guardería en la que niños que no levantan un palmo del suelo juegan con ellos de manera muy violenta. Wooy, que ha sido elegido por Andy para ir a la universidad, trata de rescatarlos todo el tiempo, lo que les hace a todos meterse en una serie de lios de los que salen por los pelos.
Al final Andy decide que no hay mejor lugar para sus queridos juguetes que las manos de otros niños, e incitado por Woody, se los regala a una de las niñas de la guardería, en una secuencia muy emotiva en la que se despide de todos ellos. Una escena que he de reconocer que me ha emocionado muchísimo. La película es muy divertida. Con muchas secuencias en las que te ríes bastante y una historia bastante bien hilada con una bonita moraleja final. Aunque puede parecer una pelicula inicialmente para críos, a los mayores nos puede hacer pasar un buen rato.
¿Quien dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Afortunadamente los señores de Pixar no son como el resto de estudios de animacion y se curran bastante las historias, lo que nos lleva a una película muy entretenida, para ver en familia. Recomendable para todos.
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