Desencanto que desemboca en el engaño.

Dos delincuentes se fugan de la cárcel y emprenden una huida. Está muy claro quién es el que lleva las riendas de los dos forajidos. Ya desde el principio veo que esta película no me va a proporcionar excesivos gozos de entretenimiento, pero le doy un voto de confianza. La cosa parece remontar pero me voy dando cuenta de que los inconvenientes que distingo en este filme, son abundantes.

El protagonista, decentemente interpretado por Kevin Costner no parece dirigir su "huida" a ningún rumbo en concreto. Aboga más por ir llamando la atención por todos lugares por los que pasa y someter a los ciudadanos a sus antojos de una forma socarrona y cruel, casi placiéndose y manifestando disfrute ante su condición ventajosa y despiadada que trata de converger con su innato encanto (y lo consigue). El apuesto Kevin Costner es el tipo ideal al que hacer favores, aunque después te salga un precio muy caro al pagar, quizás incluso tu propia vida. Pero a la vez la película resulta muy monótona y cansina, con escaso dinamismo pese al continuo movimiento al que están expuestos los protagonistas, a la vez que muy infantil, con esencia de manual didáctico más propio de Los Lunnis que de una película no voy a decir que para mayores de 18 años, sino que de la que se espera (o al menos de la que yo esperaba ver) otra cosa que no sea ese desacierto tanto a nivel educativo en sí, como un martirio para el espectador que confluye en torpeza. Es que hasta una comedia de Adam Sandler ilustra mejor la frustración del instinto paternal reprimido.

Mientras que un correcto Clint Eastwood que vuelve a marcar con esta película una barrera de su impresión de límite de progresismo (permitido) de tal modo que sus acentuados ideales conservadores no se vean violados (es curioso eso último, con cada película parece pretender ir más allá en lo que a liberalismo y justicia se refiere, siendo a la vez un hombre completamente reaccionario. Aunque como bien se puede apreciar, al segregar las entrañas de dichas películas, no es más que una mera impresión.), acompañado de Laura Dern y toda una serie de inútiles que sin embargo destilan elegancia por doquier, gentiliza de Clint. Digo elegancia entre comillas, porque no hay nada más aberrante que esos personajes, que además no reciben su merecido. Si es que Clint... A veces no hace falta decir nada, te deja en evidencia tu propio silencio. El veterano actor y director muestra su habitual carácter tozudo, al igual que un humor tosco seco y cateto, mejor ubicable en los años de John Wayne, al que trata de imitar, por cierto. Esas frases y esa manera de hablar suponen un viaje a los años 60, a la época del spaghetti western para seguir conformando una faceta interpretativa, de la cual parece que el senil artífice no quiere desprenderse. (...)

Costner sigue yendo por ahí con Phillip, el niño de 8 años, delante del cual sigue castigando con atentados e intimidaciones a los que le parece que presentan una actitud amoral, cuando quizás, y sólo quizás, el más amoral sea él mismo. Cuando de repente se descubre que las apariencias engañan y las evidencias, en realidad, no son tan evidentes. La actitud (imagen) de Costner se le ha vuelto en contra con una sorpresa inesperada; en realidad sólo había matado a dos personas en su vida. Toma. Por gilipollas! Si muchas veces es difícil distinguir una imagen con lo que es la realidad, imagínate lo que supone tal gesta para un niño de 8 años. Claro, es lo que tiene alimentar una siniestra personalidad de asesino sin escrúpulos, que no es más que una patética máscara que ha adquirido un hombre que es un desgraciado falto de motivaciones y metas, que lo único que persigue son "experiencias nuevas", cuando en realidad desea es que algo le estalle en la cara, ya que eso supondrá un suceso verdaderamente interesante en su vida, una redención en un eterno oasis de monotonía y sinsentido - su propia existencia. El dicho camuflaje, el rol es interpretado por él de una manera tan tan buena, que él mismo se lo estaba creyendo!

Un Oscar ya, por favor!

Y ese final, lleno de guiños surrealistas... ¿Cine existencialista? ¿Ejemplo de vitalidad, optimismo y una historia preciosa? Mis cojones! Más bien una kilométrica y cansina epopeya que tarda demasiado en acabar.

Pastelada 100% Cine de la hora de la siesta. Y le he dado un 4...^^