Ya me voy

Felipe, el protagonista de este documental, es un hombre mexicano que lleva viviendo dieciséis años en Brooklyn. Durante este tiempo ha trabajado en tres trabajos diferentes en los que le pagaban muy poco y, en su tiempo libre, se dedicaba a recoger botellas por la calle para luego venderlas y sacarse un poco más de dinero. Luego, todo lo que ganaba lo enviaba a su familia, en concreto a su mujer, para que pudiese pagar los gastos, principalmente. Tras casi dos décadas, Felipe siente que es el momento de volver, sobre todo porque su hijo, el menor de todos, le necesita más que nunca. Así que, a través de una llamada telefónica, se lo anuncia a su familia. Sus amigos, los que ha hecho en Brooklyn, latinos como él, le comentan que tiene que pensar muy bien si realmente merece la pena volver ya que, tras casi dos décadas, para ellos es un completo desconocido. Pero su sueño está a punto de truncarse al llegarle la noticia de que su familia ha contraído una deuda. Felipe pide ayuda a santeros y amigos para que le aconsejen sobre qué debería hacer realmente. Más que nunca se plantea si debería olvidar a sus allegados en México y construir su propia vida, con una nueva relación amorosa en el horizonte, o volver al país que le vio nacer.

Lindsey Cordero y Armando Croda dirigen este documental en el que se puede ver la problemática de la emigración desde el punto de vista de quienes tienen que hacer las maletas y buscarse una vida mejor.