Sublime. De la mejor ciencia ficción en TV. De la mejor TV.

No es sólo haber nacido en los 80. O haberme criado con este tipo de cine. O los guiños a 'E.T.', la estructura de 'Los Goonies', esa magnífica banda sonora o el sintetizador. 'Stranger Things' es un producto televisivo consistente desde el principio hasta el final. Con un guión y una factura muchísimo más sólida que la que logró J.J. Abrams con 'Super 8', por ejemplo.

Es difícil destacar en muchos aspectos, pero con 'Stranger Things' los hermanos Duffer han logrado un producto redondo. Tal vez sea pronto para decirlo, pero si 'Twin Peaks' se ha convertido en una serie de culto perdiendo el rumbo a mitad del recorrido, 'Stranger Things' va camino de apuntar más alto. Una historia sencilla a la par que apasionante, contada con la duración justa y un guión magistral: sin meterse en berenjenales, pero explicando al espectador todo sin tratarle como si fuera un idiota (algo en lo que Shonda Rhimes es la máxima expresión).

Winona Ryder es el nombre que "roba" todo el protagonismo al resto de un -casi- desconocido reparto pero que termina brillando mucho más que ella (tal vez sea la única que coquetea durante toda la serie con esa delgada línea que separa la sobreactuación). El trabajo de casting de los niños y jóvenes es sublime, apostando no sólo por interpretaciones eficaces, también por gente real y caras nuevas.

'Stranger Things' es uno de los mejores títulos del catálogo de Netflix, sino el mejor, y sin lugar a dudas se coloca en lo más alto del género. Esperando ya la segunda temporada.